La comida egipcia es un mosaico culinario que refleja la rica historia, las diversas influencias culturales y la geografía variada de Egipto. A lo largo de milenios, las civilizaciones que florecieron a orillas del Nilo desarrollaron una cocina que incorpora influencias de los beduinos, los nubios, los turcos y los levantinos. El trigo y la cebada, pilares de la antigua dieta egipcia, continúan siendo ingredientes fundamentales, evidenciando la profundidad de las raíces culinarias de la región.
En la cocina egipcia, las legumbres, los vegetales y los cereales son protagonistas. Ingredientes como el ajo, la cebolla y las hierbas frescas son esenciales para realzar los sabores. El pan, especialmente el ‘aish baladi’, es un acompañamiento omnipresente. Técnicas como el guisado y la cocción a fuego lento son comunes, y permiten que los sabores se mezclen y desarrollen armoniosamente, dando lugar a platos nutritivos y equilibrados.
El Molokhia, una sopa espesa de hojas de jute, es un platillo tradicional que combina sabores herbáceos con texturas suaves, usualmente servido con arroz o pan. El Koshari, que mezcla lentejas, arroz, pasta y salsa de tomate, es un plato confortante y nutritivo que refleja la esencia multicultural de la cocina egipcia. Por último, los Dulces de Sémola, como el Basbousa, ilustran la predilección egipcia por los postres aromáticos y densos.